Tres hombres están tomando en un bar, discutiendo lo que habían hecho la noche anterior. Uno dice:
- Anoche yo le hice masajes a mi mujer en todo el cuerpo con un aceite
de oliva finísimo; luego hicimos el amor apasionado y la hice gritar por
15 minutos seguidos, sin parar.
El otro para no quedarse atrás dice:
- Yo anoche le hice masajes a mi mujer en todo el cuerpo, con un aceite especial afrodisíaco y luego hicimos el amor, y la hice gritar por 35 minutos seguidos.
El más quieto al final dice:
- Eso no es nada, yo anoche le hice masajes a mi mujer con una manteca
especial, le acaricié todo el cuerpo con la manteca, luego hicimos el
amor y la hice gritar por 6 horas seguidas.
Los otros asombrados le preguntan:
- Seis horas, oye, qué bárbaro, ¿cómo hiciste para que gritara por seis horas seguidas?
- Me limpié la manteca de las manos en las cortinas.
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