El cazador está desarmado y perdido en el
medio de la selva y de pronto aparece un león hambriento, y el cazador
comienza a correr y correr hasta que llega a un lugar sin salida.
Sin esperanza ninguna se arrodilla y reza:
- Señor, mi Dios, por favor haz que este león se vuelva cristiano, que se vuelva cristiano, por favor.
El león también se arrodilla y se pone a rezar:
- Gracias, Señor, por estos alimentos.
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