El diablo les dice:
- Les daré una opción para ir al cielo. Aquel que aguante tres latigazos míos se podrá ir. Antes de los latigazos podrán colocarse lo que pretendan en la espalda. A ver si los aguantan!
Los hombres aceptan. Primero el americano:
Coge una formidable piedra y el diablo, al primer latigazo, la rompe. El americano grita desesperado:
.- Vale! Vale! Me quedo!
Después le toca al hindú, que se arrodilla sin ponerse nada. Dice el diablo asombrado:
- Este si que los tiene bien puestos! ¿No te vas a poner nada en la espalda?
- Solo necesito meditación!
- Bueno, como desees.
Da el primer latigazo y el hindú solo gime un poco, el segundo latigazo y el hindú tranquilo, luego el tercer latigazo y el hindú fresco como una lechuga.
Entonces dice el diablo:
Bueno, lo prometido es deuda, te puedes ir al cielo.
- Si… dice el hindú… pero antes deseo ver al español, que siempre acaba ganando en los chistes. Quiero ver con que mariconada gana.
El español se arrodilla y tampoco se pone nada, a lo que dice el diablo:
- ¿Tú tampoco te pones nada en la espalda?
- ¿Puedo ponerme lo que yo quiera?
- Lo que quieras!
- A ver, hindú, súbete a mi espalda.
Después le toca al hindú, que se arrodilla sin ponerse nada. Dice el diablo asombrado:
- Este si que los tiene bien puestos! ¿No te vas a poner nada en la espalda?
- Solo necesito meditación!
- Bueno, como desees.
Da el primer latigazo y el hindú solo gime un poco, el segundo latigazo y el hindú tranquilo, luego el tercer latigazo y el hindú fresco como una lechuga.
Entonces dice el diablo:
Bueno, lo prometido es deuda, te puedes ir al cielo.
- Si… dice el hindú… pero antes deseo ver al español, que siempre acaba ganando en los chistes. Quiero ver con que mariconada gana.
El español se arrodilla y tampoco se pone nada, a lo que dice el diablo:
- ¿Tú tampoco te pones nada en la espalda?
- ¿Puedo ponerme lo que yo quiera?
- Lo que quieras!
- A ver, hindú, súbete a mi espalda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario